Aventuras Losinas (I)
Here I go again! De nuevo vuelvo a vosotr@s con mis aventuras. Sé que las esperabais desesperad@s y que habreis desgarrado vuestras vestiduras este verano porque no encontrabais publicadas las hazañas de este que escribe.
Sí, otra vez vuelvo a los autobuses y sus sorpresas. He descubierto una nueva forma de sodomía para mis desplazamientos Burgos-Bilbao que consiste en coger un autobús en Artziniega y vivir el atasco desde dentro. Hasta Sodupe todo bien, pasando de ahí es como si el autobús fuera impulsado por un tiro de pollos. Y si no tienes sueño es mejor que cierres los ojos para no verlo porque encima en el autobús no conoces a nadie y no puedes hablar. Yo me pongo música y hago que disfruto del viaje.
Pero lo mejor ha sido hoy, he cogido otro trucubús distinto del habitual, con otra ruta, en otro sitio, más kilómetros, más disfrute.
Hoy he descubierto a una señora que tosía sin control sobre la nuca del pasajero delantero, que después ha resultado ser su hija, la cual viajaba con su niño, un niño que hablaba por el móvil pero que no le habría hecho falta usarlo porque gritaba tanto que seguro que le oían perfectamente desde Algeciras.
Ya veis que no me aburro. Mientras tanto sigo desarrollando mis superpoderes y ayer conseguí que mi móvil se encendiera solo en mi bolsillo después de que se le hubiera agotado la batería.
Uno es así, impredecible.